El documento analiza la relación entre la migración venezolana y la criminalidad en el país a partir de evidencia estadística y administrativa. Examina tendencias delictivas como homicidios, delitos patrimoniales, violencia sexual y trata de personas, concluyendo que no se puede establecer una correlación directa entre el aumento de la población migrante y el incremento del crimen. Además, destaca la influencia de discursos mediáticos en la percepción de inseguridad y recomienda mejorar la calidad de los datos y combatir la xenofobia.